jueves, 12 de enero de 2017

Lonja de la seda de Valencia


Lonja de la seda de Valencia
Ciudad de Valencia, capital de provincia y la tercera ciudad en importancia de España. Gracias a sus 1.550.885 habitantes, contando su conurbanización, es después de Madrid y Barcelona, también la tercera ciudad en cuanto a población. Para ver cuáles son sus orígenes hay que remontarse al año 138 a.C., motivo por el cual tiene una gran cantidad de monumentos y lugares de interés dentro de sus fronteras. Cada uno proviene de épocas y orígenes diferentes, lo cual da un colorido especial a la ciudad. En esta ocasión, vamos a hacer referencia a la Lonja de la Seda.
La Lonja de la Seda fue construida entre los años 1482 y 1548, necesitándose 4 maestros canteros diferentes para su finalización: Pere Compte, Juan Ivarra, Joan Corbera y Domingo Urtiaga. Perteneciente al estilo de construcción gótico civil, la Lonja de la Seda pertenece al patrimonio de la Humanidad desde el año 1996.
La construcción de éste monumento se ha vinculado a la prosperidad económica que vivió la región en la época de los mercaderes (siglo XV). Es un símbolo de bonanza en medio de una época de crisis para la economía local, debido al descubrimiento de América y el consiguiente desplazamiento del comercio hacia el Atlántico.   
La construcción de la Lonja de Valencia se asemeja a los castillos medievales, con paredes gruesas y muros.  Para su edificación fueron compradas y derribadas 25 casas locales que se encontraban dentro de las proximidades del mercado. En el año 1482 se comenzó poniendo la primera piedra y después de terminar con todos los trabajos de campo que exigía su cargo, el maestro de obra de la ciudad, Biulaygua, desaparece de toda documentación oficial.
La Lonja de Valencia está formada por cuatro partes diferentes: la torre, sala del consulado de mar, patio de los naranjos y salón columnario. En la torre eran aprisionados todos aquellos comerciantes poco honrados y/o ladrones de seda hasta que las autoridades fueran a hacerse cargo de ellos. La sala de contratación o salón columnario corresponde con la lonja propiamente dicha, donde se realizaban las transacciones.
El constructor del monumento se inspiró en la Lonja de la Palma, aunque con algunas diferencias. La obra de Valencia presenta más ornamentación y el tamaño también es mayor. La decoración valenciana es flamígera en las ventanas, puertas monumentales y arcos conopiales, con esculturas de gárgolas en escenas satíricas y/o eróticas.
La Lonja de Valencia lleva acogiendo elogios desde tiempos muy antiguos, prácticamente desde su creación. Dichos elogios traspasan también las fronteras nacionales. El humanista, médico, geógrafo y cartógrafo alemán Hieronymus Münzer dijo en 1495 que “será más airosa y más bella que la lonja de Barcelona”. Personas de formación renacentista y algo escépticas con la estructura gótica, como Antonio Ponz, Vicent Noguera o Manuel Sanchis Guarner, también resltaron su importancia y belleza peculiar. La literatura también ha hecho eco de la grandeza de la Lonja de Valencia, por medio de opiniones de Joan Fuster y Joan Francesc Mira.
Con todo esto, se puede afirmar que la Lonja de Valencia no es solo un monumento, sino el más célebre de la ciudad y el único con distinción de Patrimonio de la Humanidad de la Comunidad Valenciana.


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